2.8.09

Atardecer en el mar.-

Mirando el atardecer, observando como el sol se esfuma sobre la enorme oscuridad del mar, donde la brisa marina remonta y levanta las alas de las gaviotas, que suavemente se pasean, como almas libres en el aire, donde la suave espuma de las imbatibles olas se mece sobre la costa llevándose consigo todas esas emociones arrojadas como bombas sobre la tierra mojada, donde la ligera arena se escurre entre los dedos de las personas que abrazadas caminan por sus suaves curvas, donde el cielo y el agua, se encuentran y se entrelazan creando paz y calma a su alrededor.
Allí, donde poco a poco la luz se va extinguiendo para dar paso a la serenidad de la noche, donde las primeras estrellas van encendiendo sus luces como tímidos diamantes esperando para brillar.
Allí, donde todo es mágico y armonioso, cubierto por un velo transparente que lo aleja de los problemas, donde los cuentos de hadas y los finales felices parecen posibles y cercanos.
Allí, donde el viento susurra libre, donde las aves no temen ser apresadas, donde los espíritus cantan al compás de una dulce balada, donde la espuma roza con mis dedos volviendo presurosa a la profundidad del mar.
Allí, veo tu cara nuevamente, mi alma se llena de alegría y vuelvo a reír, porque en algún lugar tu también lo estarás mirando y estarás pensando en mi.

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