25.9.09

Mientras su alma se escapa.

Sus ojos se cierran despacio, como pequeñas luciérnagas que se van deshaciendo de su luz a la que se aferraron toda su corta vida. Y se deja caer, ya no tiene fuerzas para mantenerse de pie, ya no puede continuar. Su voz apenas se escucha como un susurro tan lejano y bajo como la voz de la sirena que corre por las calles, tratando de llegar a tiempo. Mis brazos la agarran, la tratan de levantar, pero ella se tira. “Prefiero dormir” dice como un niño pequeño.
Pensar que hace poco tiempo, ella misma me iba diciendo, cosas tiernas al oído. Tratando de calmarme, de equilibrarme, de hacerme sentir feliz, como siempre lo hace.
Y su sangre, su roja e infantil sangre, se desparrama por el suelo, manchándolo todo con su vida, dejando su rastro tirado en el piso, vaciándola de sus sueños, esperanzas, planes, futuro, vida. Trato de contenerla, de mostrar mi valor, pero me desmorono, y suavemente, como el andar ligero de una pluma, despacio, pero seguro, me recuesto a su lado.
Su pelo, como una selva negra, se extiende mezclándose a mi vista con el gris de la carretera, y los dos parecen competir por cuál parece más desolado.
Mi oído ya escucha, los gritos de la sirena, matándose para llegar, moviéndose a todo prisa por alcanzarnos, y le digo “todo estará bien”. En ese momento creo mis palabras, o al menos trato de creerlas, para tener apenas una fugaz ilusión, un momento de esperanza, de fe, al cual aferrarme para no caerme y faltarle a ella, justo a ella, en ese momento tan necesario.
Su voz, cada vez se va haciendo más inaudible, y cada vez me esfuerzo más por entenderla. Muero por saber que dicen sus labios, que escupe su alma con lo último que queda de su corta vida.
Sus labios, expresan con suavidad, las palabras que mil veces me venía diciendo, pero que no tenían tanto significado como esta vez. En donde solo quedaban restos de fuerza para pocos movimientos, donde cada acción valían mas plata que todo el oro del mundo, donde cada instante se transformaba en un diamante, raro, único y muy apreciado. “Siempre te amare”.
Su mano, se cae sobre la mía, fría, congelada, despojada de la suavidad y de la ternura que antes en ella cabían a montones.
Y su vida, su alma, su dulce existencia, su espíritu, sus pensamientos, sus inocentes sueños, sus serios planes, sus locas alegrías, sus penosas tristezas, sus mentiras, sus verdades, sus necesidades, deseos, placeres, obligaciones; todo se va en un suspiro del aire, en un remolino de brisa; en un viaje con destinos diferentes, pacíficos, perfectos, que se encuentran lejos, allá donde nuestra viste no llega a ver, entre medio de las estrellas, encerradas dentro del viento, deslizándose por los colores del arco iris, o donde el horizonte del mar llega a su fin.

14.9.09

La realidad detras de la mentira.

Borraré tus mensajes, arrancando una parte de mi alma con cada uno de ellos. Romperé tus fotos y, talvez a esos pedazos, los arrojaré al fuego, mirando como las cenizas vuelan en el viento y deseando que estos fueran tus recuerdos yéndose para nunca volver a verlos. Desgarraré las cartas, que alguna vez me escribiste, jurándome amor eterno y querer más que nadie. Diré a todos que he olvidado tu nombre, tu cara, tus besos y si me preguntan responderé que no recuerdo que hallas existido, solo para defenderme de la lástima que dejan los otros caer. Mantendré una sonrisa y no dejaré que vean la realidad de mis sentimientos, ocultándolo todo bajo una mascara. Comenzaré a estar con otros, mostrando así que por completo te he olvidado.
Y talvez, solo talvez, en la penumbra de las noches, cuando ya nadie queda por engañar, dejaré caer una lágrima, que rodará suavemente por mi mejilla.
Pero si tú vuelves, si luego te dignas en regresar, a mirarme nuevamente, a hablarme una vez más. Si me dices es que todo fue un error, si te disculpas por lo equivocado que estabas, si me hablas con ternura, y enlazas de nuevo nuestras manos, te aseguro, completamente, que, estando frente tuyo, me derramaría en tus brazos, perdiéndome en tus ojos y muriéndome en tus labios.

8.9.09

El mudo.

Si tan solo pudiera encontrar la forma,
En que palabras suaves,
Salgan de mi torpe boca,
Aunque sea en un inaudible murmullo.

Si tan solo supiera cómo gritar a los aires,
Cómo escribir en los vientos,
Cómo contarle al mar,
Todo lo que yo siento por ti.

Si tan solo conociera el modo,
En el cual cruzar una mirada,
Y mostrarte lo más profundo de mis sentimientos,
Desnudar mi alma y dejarte entrar.

Pero cada vez que te veo, me enmudezco,
Tal vez por ser frágil, por ser débil.
Por temor a perderte,
O tan solo por no saber como acercarme.

Y aquí me quedo,
Esperando que en algún momento,
Tenga el valor suficiente,
Para expresarte lo que te amo.

3.9.09

Tiempo




El tiempo pasa,
Y aunque queramos detenerlo,
Aunque tratemos con nuestras más grandes fuerzas,
Cada segundo va pasando y explotando,
Frente a nuestros ojos,
Como un momento irrepetible,
Como una lágrima llorada,
Una palabra dicha,
Una bala disparada.
Nada de esto se puede repetir,
Es ago irrealizable,
Algo imposible de corregir.
Y nada puede volver el tiempo atrás,
Aunque sea lo que más quieras en ese momento.
No se puede corregir todo eso que has hecho,
Nada puede volver a reconstruir esos segundos,
Que luego de pasados,
Explotan en miles de pedazos,
Porque ya no tienen un propósito en la vida.
Y tú estás tratando de rearmarlos,
De reconstruirlos,
Pero ya es imposible,
Todo ya ha pasado.